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El despido

Actualizado: 25 ago 2020


       Como ya adelantábamos en el primer post de esta serie, aquí, no animamos a nadie a cambiar la ocupación por cuenta ajena a propia; tan sólo damos estos tips para que aquellos que ya lo tienen decidido, y lo están haciendo o lo van a hacer, tengan mayor conocimiento, mayores datos, de lo que implica tal cambio, de lo que van a encontrar tras él. Y es que no son pocos los trabajadores que vienen a consultarnos sobre qué hacer porque tienen problemas en el trabajo.


       Problemas en el trabajo que casi siempre tiene una repercusión negativa en ellos y en sus vidas; y lo que queda claro tras años de experiencia al respecto, es que cuando surgen desavenencias con el empleador en muy pocas ocasiones se resuelven y se continúa con la relación laboral en las mejores condiciones. Cuando se presentan los problemas, se arrastran hasta que la relación cesa: el empleador acaba por despedir o es el propio empleado el que deja el puesto, acabando con la relación laboral.


      En la mayoría de las ocasiones los despidos son traumáticos. Se espera demasiado para poner fin a una relación laboral que, casi siempre, se toma demasiado personal. Y es que la ocupación no nos define, no lo es todo, por lo que tomarse demasiado personal esto no es aconsejable; y no creo que sea necesario mencionar los problemas físicos que esto comporta. No hablo ya tanto de causar baja, hablo del estrés, del insomnio, de la ansiedad que una mala situación laboral causa. Soportar esta situación durante largo tiempo puede llegar a minar nuestra salud, y es que por mucho que nos propongamos aguantar llega un momento en que la situación se hace insostenible y si no se pone fin, tanta tensión continuada acaba mermando nuestra salud.


       Así que a continuación adelantamos la forma en que se producen la mayoría de los despidos en nuestro país; cuando el empresario es el que despide:


       1.- Comunicación del despido.

       2.- Acontece el despido.

       3.- Trámites posteriores.

       4.- Denuncia judicial. O no.

       .- Sentencia.

       .- Acuerdo.

       5.- Término de la relación laboral.


       Cuando todo esto acaba es cuando llega el momento de asimilar los efectos, no del despido, si no del deterioro de la relación laboral, que ha sido lo que ha propiciado el despido Es momento de reflexionar sin llevarse a engaño, con sinceridad y honestidad. Con su resultado asimilado, para no volver a cometer los mismos errores, a la vez que hayamos podido aprender de los mismos.


       Quiero dejar claro que puede que esta no haya sido tu situación, lector, pero que en la mayoría de los casos esto es así. Y un último apunte: el despido, cuando se produce, es siempre un “favor” para el despedido. Yo diría que es un guiño del destino al trabajador, un aviso si se quiere, para que éste reflexione y mire más detenidamente si esa que llevaba es la forma de vida que quiere, que necesita o que piensa que se merece.


       Seguiremos con las siguientes entregas en las próximas semanas.


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